jueves, 16 de mayo de 2013

Sonríe.

Es más fácil sonreír cuando no estás constantemente centrada en que alguien camine al mismo ritmo que tú, cuando simplemente te dedicas a vivir y a experimentar, a disfrutar de cada pequeño detalle, admirando hasta el más simple de ellos. En eso consiste la felicidad, en no depender de nada ni nadie, en mirar una hoja caer de un árbol y que te vuelva a pintar la sonrisa que una vez te borraron.

Nunca vas a aprender.

¿Qué es el pasado, sino un mero recuerdo de nuestros triunfos y nuestras derrotas? Nos empeñamos en recordarlo como si aún viviéramos en él, impidiendo que avancemos hacia el futuro, que nos espera cada vez más ansioso. ¿No te das cuenta de que si te aferras al pasado, el futuro nunca existirá?