domingo, 23 de junio de 2013

Asesinos de cerebros.

Desde pequeños nos enseñan a odiar la poesía a base de obligarnos a estudiar su estructura, su métrica, la vida de sus autores y mil chorradas más. Nunca se molestaron en enseñarnos a leerla, a crearla, a valorarla y comprenderla. Éste es uno de los grandes errores de la educación actual, que jamás nos enseñan, sólo nos hacen memorizar cifras, datos históricos y un sinfín de pamplinas que nos hacen ver el arte como algo obligado. No nos enseñan a utilizar nuestra imaginación y a sacarle el máximo partido, sólo nos enseñan a seguir sus malditas normas, sin poder cuestionar ni una sola. "Calla, escucha, aprende y obedece" parece ser el lema, el patrón seguido por estos asesinos de la imaginación, la libertad y la verdadera educación. ¿Cuándo vamos a decir adiós a este holocausto del libre pensamiento? La poesía es bella en toda su esencia, y tenemos que dejar de lado este fascismo para pasar a enseñar verdadero arte. La poesía se aprende creándola, no estudiando su forma. ¿Acaso un escultor aprendió su oficio leyendo la vida de otros escultores, leyendo sobre los tipos de esculturas que hay? Se aprende a base de esfuerzo, de práctica y de constancia. Es triste ver cómo nace un poeta y cómo su paso por estos "centros de lavado de cerebro" le convierten en un borrego más. Cambiemos la educación para cambiar el mundo, no queremos borregos, queremos personas libres.