martes, 31 de agosto de 2010

say this word, please.

Te quiero más de lo que piensas, 
simplemente porque me has calado hondo en el corazón. 
Porque siempre has estado ahí aunque no haya querido verlo. 
Quizá sea hora de perder el miedo, 
de equivocarme de nuevo,
de perderme en el intento,
de no saber quién soy.
Como siempre, le dejo la última palabra 
al señor tiempo.


1681

Cierra los ojos y siente. 
¿Puedes sentirlo?
Son los latidos de mi corazón.
Un corazón que late por y para ti.

lunes, 30 de agosto de 2010

dancing in the moonlight

"Ahora o nunca", me dije. Le miré a los ojos directamente y le susurré:
- ¿Sabes qué es lo único que te voy a pedir? Quiero que me quieras, de verdad, con el corazón. Y si me concedes esto... Me tendrás. Para siempre.
- ¿Acaso aún dudas de lo que siento por ti? Te amo, más que a nada en el mundo. Eres todo lo que siempre he buscado y más. No quiero que te vayas de mi lado. Pero, si algún día has de hacerlo, que sepas eres libre de ello. No voy a atarte a mi ni mucho menos. Al fin y al cabo, amar no es amarrar.
- No te haces una idea de cuánto te amo. Quizá soy demasiado egoísta, ya que no podría alejarme de ti ni un segundo. No podría darte libertad porque no imagino mi vida sin ti.

Y con un beso, se cierra el telón.

¿Crees que es perfecto, verdad? ¿Que todo está dicho, que aquí es donde empieza una bonita historia? Las historias son bonitas mientras duran, aunque hay veces que se convierten en tu pesadilla y deseas que acaben cuanto antes. No todas las historias acaban bien. No todas son cuentos de hadas. Y esta no es una de ellas. Porque todas las historias tienen un final.

domingo, 29 de agosto de 2010

fear is your only way .

- Huyes del pasado, le temes. Sabes que cualquier día volverá y hará pedazos tu perfecto mundo, con tu perfecta esposa y tus perfectos hijos. En una perfecta casa en el centro de la ciudad, con unas buenas vistas y una criada que trabaja exclusivamente por y para vosotros. Pero todo eso acabaría destruído si se supiera el tipo de persona que realmente eres, lo que has hecho para conseguir eso, ¿verdad? Eres patético, no tienes honradez. A lo largo de estos años sólo has mirado por ti mismo, no has sabido ver más allá de tu nariz. Prefieres aplastar a tus amigos antes de sufrir percance alguno, antes que perder uno de tus tantos millones, uno de tus preciosos coches deportivos o tener que vender una de esas joyas tan caras que usa tu esposa.
- Eso no es del todo cierto -respondió él.
- ¿Ah, no? - pregunté mientras alzaba una ceja.
- Quizá te hayas equivocado al juzgarme de esa forma. Porque, es cierto que he hecho cosas muy malas. Pero también he tenido tiempo de arrepentirme hasta decir "basta". También he pasado noches enteras llorando en el baño, para que nadie oiga mis sollozos desesperados, al recordar todo el daño que he hecho.
- Y ahora dime ¿de qué vale arrepentirse, cuando has hecho tanto daño? ¿no hubiese sido mejor haber pensado "no quiero hacer daño" antes que tener que llorar día tras día, noche tras noche?

Estas son las últimas palabras que me molesto en dedicarle, el arrepentimiento quizá sea señal de madurar, de decir "he cometido un error", pero eso no va a arreglar todo el daño que hizo. Esas familias destrozadas, esos antiguos amigos traicionados, aplastados como si fueran moscas ya han sufrido bastante. No creo que ellos quieran perdonarles, no creo que con su arrepentimiento pueda curar esas heridas. Ni siquiera puede pagar con su dinero todo el daño que ha hecho.

Ahora vive con miedo, miedo de que retazos de su pasado salgan a la luz. Cada vez que se siente amenazado, simplemente le basta con eliminar esa amenaza a costa de cualquier precio. Por eso su arrepentimiento jamás será sincero.

lunes, 16 de agosto de 2010

New walls?

Quizá todo esto solo sea un pasatiempo para nosotros, o no...
El tiempo siempre tiene la última palabra, así que... Señor tiempo, continúe usted con esta historia.

jueves, 12 de agosto de 2010

I can't break these walls . . . II

Ahora lo entiendo todo. Nunca te quise, es tan sencillo como eso. No es que me haya dado cuenta de que te quería, es que confundí sentimientos e hice daño. Pero no te preocupes, quien la hace la paga. Y yo ya lo he pagado, puesto que mi corazón sangra mientras escribo.
- Lo siento mucho, nunca debí ilusionarte, nunca debí hablarte, nunca debí conocerte. Hay tantas cosas que nunca debí hacer pero que hice, que no terminaría jamás de disculparme. ¿Qué decirte? Un lo siento no vale absolutamente nada, pero algo es algo. - le digo con la cabeza baja, no me atrevo a mirarle a los ojos, sé que está llorando y eso me duele.
- Esto es algo que nunca debió empezar. No valía la pena. El comienzo fue bonito, pero no lo suficiente como para pagarlo con un final así. La próxima vez, piénsalo mejor. Hasta nunca - se despide entre lágrimas y me deja sola, con mi culpabilidad.

Aún siento su rencor dentro del pecho y me cuesta respirar, quisiera correr tras él y pedirle perdón, pero sé que eso no servirá de nada. Aquí ha acabado todo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Colourfull lines.

Tras horas de hermosos sueños me desperté de todos ellos de un solo golpe, como si me hubiesen arrancado de ellos. El despertador anunciaba la llegada de un nuevo día. Soñaba que la vida era de mil colores, que éramos invencibles, que nada nos separaría, que nuestras almas siempre serían una.
- Es hora de la vuelta a la rutina, al aburrimiento, es hora de echarte de menos una vez más - pensé, sin saber que ese día todo iba a cambiar.
Me levanté, como siempre, adormilada. Me di una ducha que me dejó completamente despierta, me dirigí al armario y me puse lo primero que vi, luego fui a la cocina y desayuné mi habitual taza de leche con galletas. Me lavé los dientes, cogí mi mochila y salí disparada de casa. Abro la puerta y descubro que mi mejor amiga estaba llegando.
- ¿Qué ha pasado? - le pregunto extrañada, ella jamás viene sin avisar antes.
- Que hoy no vas a trabajar - me dijo con una sonrisa
Le dirijo una mirada inquisitiva y me indica que llame al trabajo para avisar que voy a llegar tarde, o que no voy a llegar. Me extraña bastante ese comportamiento, pero aún así le sigo el juego y llamo al trabajo.
- Vamos a dar una vuelta. - su sonrisa pícara comienza a darme miedo, empiezo a pensar que realmente se ha vuelto loca.
- Está bien... Pero cuéntame qué es eso tan importante que ha hecho que falte al trabajo hoy.
- Ya lo verás - me dice mientras me saca de mi casa a rastras.

Me hace conducir durante lo que me parecieron horas debido a que iba muy callada, pensando quién sabe qué cosas y concentrada en la carretera, indicándome dónde girar, haciéndome parar para comprobar que íbamos por el camino correcto y demás.

Llegamos a un parque muy bonito, tenía un camino de tierra y parecía más un pequeño bosque que un parque, ya que tras dos metros, a ambos lados del camino había árboles muy frondosos y bastante altos. Nos adentramos por el camino y tras unos minutos nos detenemos para introducirnos entre los árboles.
- ¿A dónde vamos? Estoy empezando a pensar que has perdido el juicio - digo alzando un poco la voz en un intento de que se de cuenta de lo molesta que estoy porque no me explica nada de lo que hacemos aquí.
- Ya lo verás, ten paciencia. Te va a gustar - dice mientras camina entre los árboles.

Me apresuro a seguirla para no quedarme atrás, tengo ganas de que todo esto acabe ya, estoy empezando a perder la paciencia.

Momentos después llegamos a un claro muy pequeño, rodeado de hermosas flores, con una manta en el centro, una cesta con comida y, de pie, junto a todo esto estaba él, Ryan. Había vuelto la persona que más he amado. Por fin.

- He vuelto, y esta vez para quedarme - dice
Me lanzo a sus brazos y nos fundimos en un beso. Mi corazón late a mil por hora, no sé si estoy soñando o despierta, pero me da igual. Estoy con él, por fin.
- Te he echado tanto de menos que no sé cómo he vivido todo este tiempo sin ti - le digo mientras me seco las lágrimas.
- Cada segundo que pasábamos lejos era como una tortura, un sufrimiento impensable que hacía que deseara no haberme ido nunca de tu lado, no haber realizado aquel viaje. Pero ahora estoy de vuelta y prometo no separarme de ti nunca más.
- Te amo Ryan.
- Y yo Allison.

Mientras tanto, aquella misteriosa amiga se escabullía para dejarnos solos. Su buen acto del día estaba hecho, aunque quizá sea su buen acto del año, no todos los días puedes presenciar un reencuentro tan emotivo. No todo en esta vida se basa en el sufrimiento, a veces las historias de amor tienen finales felices.