miércoles, 10 de marzo de 2010

Amigos.

Es curioso cómo cuando te dan una patada de repente hallas una mano amiga (justo cuando menos lo esperas) pero, cuando vas a aferrarte a esa mano, comienzan a aparecer más y más manos, que cuando vas a aferrar, rápidamente se retiran ante tu atónita mirada. Mientras tanto, tú sigues buscando aquella primera mano amiga, cuando la encuentras ésta no se retira, sino que te sujeta fuertemente y no te permite caer, al contrario, te levanta y te ayuda a curar tus heridas, mientras que las demás manos te invitan a caer en un pozo sin final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario