miércoles, 2 de marzo de 2011

Un casi paso.

- Adelante, pequeña. Es la hora de que des ese paso.
Yo me limito a sonreír y camino hacia adelante, jamás volveré a dar un paso atrás, este es el primer paso hacia delante y le seguirán muchos más. Porque ya no voy atada a cadenas, no tengo cargas. Te fuiste y eras lo único que me mantenía atada. ¿No es otra forma de verlo? ¡Claro que sí! Ahora la libertad ha hecho que pueda dar un paso firme hacia adelante, pisar fuerte y volver a decir "eh, no me voy a rendir".

Continuo caminando, feliz, indescriptiblemente feliz. Hasta que llega un momento en el que la voz se esfuma, ya no me anima a caminar, me dice que debo seguir sola.

- Maldita sea, ¿ahora qué haré?
- Seguir caminando - me responde tu voz


Miro en derredor, buscándote desesperadamente, pero no te veo por ningún lado. Y es que me das esperanzas y con las mismas desapareces...

Pero todo eso ya pasó, por fin puedo sonreír y decir que todo va a cambiar. Porque tú en mi vida ya no estás, no volverás a entrar porque no te dejaré. Me cansé de que me hundieras una y otra vez, y que cuando me iba recuperando volvieras con una cínica sonrisa para destrozar lo poco que había logrado salvar de tus garras. Es hora de decirte adiós y no me duele en absoluto, sólo deseo deshacerme de esta sensación de odio que empieza a volverme loca.

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