Y escondernos entre la naturaleza, con el corazón en un puño, esperando que pase todo el horror, que el mundo deje de darnos vueltas. Esperamos a que la pesadilla pase, pero no nos damos cuenta, no. Son como las rosas, son hermosas, pero tienen espinas. Ellos son personas, pero están malditas por dentro, están pudriéndose en su propio egoísmo y no tienen consideración con el resto de las personas.
- ¿Quieres pensar diferente? - te preguntan
• Sólo quiero ser libre - les respondes
- ¿Libertad? ¿Quieres libertad?
Y ríen mientras aprietan el gatillo. Las palabras se las lleva el viento, y unos pájaros huyen asustados ante el sonido de la muerte. Sólo cuando tu cuerpo se halla desplomado en el suelo, cubierto por un charco de tu propia sangre, dejan de reír y van a por el siguiente.
Y esto, amigos míos, se hacía llamar democracia.
A los que tienen la cabeza en las nubes y a los que tienen los pies en la tierra, a los que no saben lo que quieren y a los que tienen sus ideales claros. A todos, preguntas sin respuesta.
miércoles, 22 de junio de 2011
Un detalle, la naturaleza
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Me encanta este texto. :)
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