jueves, 11 de abril de 2013

Corazones rotos.

La vida no siempre nos da lo que deseamos, lo que anhelamos. Y nosotros pataleamos, nos enfadamos y perdemos los papeles, la maldecimos una y mil veces porque no es como a nosotros nos gustaría que fuera, porque no cumple nuestros caprichos y mucho menos se acerca ni de lejos a nuestras expectativas. Pero, con el tiempo, cuando echas la vista atrás, te das cuenta de que la vida es como una madre... A veces te quita cosas para que no te hagas daño con ellas, porque en el fondo solo quiere protegerte y enseñarte, por muy duras que puedan llegar a ser sus enseñanzas. 

Siempre he querido ser de esas chicas que viven la historia de amor perfecta, y cada vez que me acercaba a mi sueño, algo me lo arrebataba y me quedaba sola otra vez, pero siempre me levantaba y volvía a luchar con más fuerza. No me daba cuenta del error que significa luchar por una causa perdida, como es el amor perfecto. Que el amor viene y se va, que es caprichoso y nosotros jamás lograremos dominarle. Simplemente debemos buscar alguien con quien queramos compartir nuestros secretos más íntimos y nuestras vivencias, con quien queramos pasar tanto tiempo como sea posible. Debemos vivir el día a día y ser felices, que el mañana ya vendrá y nadie sabe lo que nos deparará. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario