martes, 23 de abril de 2013

Dudas.

Otra vez me encuentro sin poder dormir, con el pasado revoloteando por mi cabeza como cientos de pájaros, de mil tamaños y colores. Otra vez estoy frente al papel y tengo tanto que decirle que al final las palabras me ahogan... ¿Por dónde empezar? ¿Qué debo decir?

Dudas, siempre dudas. Se instalan silenciosas en tu interior y cuando te das cuenta de que están ahí ya llevan demasiado tiempo como para atreverte a echarlas. Bastante fuertes son, pero encima las alimentamos de nuestros miedos. ¿Por qué nos pasamos la vida temiendo tanto y amando tan poco? ¿Es que acaso no hay una manera de ser feliz dentro de tanto desastre? Puede que sí la haya, pero no es fácil encontrar la felicidad. Muchas veces la tenemos delante y no somos capaces de verla hasta que desaparece, y otras veces le damos la espalda de tal forma que por mucho que lo intente, no nos daremos la vuelta para observarla.

Y vuelve a asaltarme un aluvión de preguntas que no sé responder, y a veces creo que prefiero no conocer la respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario