jueves, 12 de agosto de 2010

I can't break these walls . . . II

Ahora lo entiendo todo. Nunca te quise, es tan sencillo como eso. No es que me haya dado cuenta de que te quería, es que confundí sentimientos e hice daño. Pero no te preocupes, quien la hace la paga. Y yo ya lo he pagado, puesto que mi corazón sangra mientras escribo.
- Lo siento mucho, nunca debí ilusionarte, nunca debí hablarte, nunca debí conocerte. Hay tantas cosas que nunca debí hacer pero que hice, que no terminaría jamás de disculparme. ¿Qué decirte? Un lo siento no vale absolutamente nada, pero algo es algo. - le digo con la cabeza baja, no me atrevo a mirarle a los ojos, sé que está llorando y eso me duele.
- Esto es algo que nunca debió empezar. No valía la pena. El comienzo fue bonito, pero no lo suficiente como para pagarlo con un final así. La próxima vez, piénsalo mejor. Hasta nunca - se despide entre lágrimas y me deja sola, con mi culpabilidad.

Aún siento su rencor dentro del pecho y me cuesta respirar, quisiera correr tras él y pedirle perdón, pero sé que eso no servirá de nada. Aquí ha acabado todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario