viernes, 17 de septiembre de 2010

Viejos textos, viejos recuerdos, viejos amores.

"Es cierto eso de que a veces hay personas que te calan hondo en el corazón y no las puedes sacar. Yo me he arrancado el corazón.
Lo malo es que ahora, mientras me voy desangrando, dedico mis últimos pensamientos a ti, porque con o sin corazón, eres lo único importante en mi vida, no te imaginas cuánto me importas. aunque yo para tí solo sea una maldita página más de tu vida, una página que dejas completamente olvidada....
I need you ."

Curioso como pasan los meses y suceden cosas y más cosas. Y de repente, encuentras una carta como esta. Y dices ¿cómo es posible que yo le amara tanto y que ahora no haya sido capaz de hacerlo? Simplemente porque lo que una vez sentí fue aplastado, torturado, quemado y quedó moribundo, pendía de un hilo. Y ese hilo fue cortado. Meses más tarde traté de volver a unir ese hilo que te unía a mi corazón, pues tú habías construido uno, me habías dado la oportunidad que me robaste hace meses. Logré unirte a mi corazón, pero seguías pendiendo de un hilo, que nuevamente fue cortado. Y esta vez, para siempre. La vida te habrá enseñado a aprovechar las oportunidades cuando te vienen, supongo. Porque en tres meses habríamos hecho un maldito año.

Quizá en el fondo siga guardando un poco de dolor de todo el daño que me hiciste, pero eso ya no importa. No trato de culparte, simplemente es la única explicación que encuentro para todo lo que ha sucedido. Al menos yo te pido perdón, me disculpo por haberte roto el corazón aunque tú en el pasado lo rompiste y no te disculpaste, lo utilizaste y lo tiraste a la basura como un niño que se ha cansado de su viejo juguete.

Repito, lo siento. Ahora he de marchar, para siempre quizá. Siempre te quedará mi amistad, si es que quieres cogerla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario