domingo, 27 de junio de 2010

Other love, other pain.

Ella entre lágrimas gritó. Gritó y nadie la escuchó, gritaba porque era la única forma de dejar de oír sus pensamientos, de sacar todo el dolor que siente. Cuando no pudo más, cuando estuvo tan destrozada que no tenía fuerzas más que para susurrar solamente dijo...
- ¿Por qué me has hecho esto?
No lo entendía, ella le amaba incondicionalmente, le dio todo y más.
- Esto es lo que te pasa cuando te enamoras de alguien que no vale la pena. - le dijo alguien - Lo mejor es no enamorarse nunca, y si lo haces, asegúrate de que te amen a ti también, porque de lo contrario acabarás con las alas rotas y el corazón destrozado.
Sí, aquella persona tenía razón, pero ella decidió que quizá aquella era la excepción. Y se equivocó. Tanto se equivocó, que le sucedió exactamente lo mismo que le vaticinó aquella persona. Jamás se había lamentado tanto, jamás había llorado tanto.

Ahora que sus gritos se habían convertido en sollozos desesperados, y que los sollozos iban apagándose poco a poco, intentaría recuperarse.

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